viernes, julio 30

El rayo verde


Por: Pini Raffaele

Solo,
como el que logra ver todo muy claro,
Solo,
como la atenta luz de un faro
o el último minuto del alcohol.
Solo,
como este mismo instante que se pierde,
como el único que ha visto el rayo verde
cuando se cayó el último sol.
Solo,
como el que desentraña algún presagio,
como el único vivo del naufragio,
como todo el que pierde la razón.

Jorge Fandermole



Hay que aclarar, antes que nada, que él jamás imaginó que ella le fuera a dar bola. A ver si puedo ser gráfico: era la linda, la que todos, abierta u ocultamente, querían tener. La figurita difícil. Quizás lo de ella fue por despecho; andá a saber. El asunto es que en aquella tardenoche de verano, en la parte umbrosa de aquel edificio, ella apoyó nuca espalda y nalgas contra la pared y él sintió que le pegaban con una maza en la nuca. Pero aguantó la flojera de las rodillas. Nadie sabe de dónde pero consiguió saliva para esa boca que era un páramo reseco y la besó. Ella dejó hacer, divertida… los brazos colgando.

Ya eran las siete de la tarde y el bar tenía los sonidos y los aromas de siempre. Llevaba casi diez minutos en la mesa con los amigos y no hubiese podido repetir una sola palabra de las que se habían pronunciado hasta ese momento. Lo despabilaban cada tanto las risotadas pero no había caso, no estaba ahí. Ocupaba la silla pegada a la ventana desde donde se ve la esquina de Pellegrini, con su eterno asfalto ondulado y se supone que ese había sido siempre su lugar. No era el más importante, eso estaba claro, pero a él le gustaba. Es notable cómo, en cada grupo de amigos, cada uno sabe cuál es su silla y los demás se lo reconocen. O lo confinan a ella.

Lo que también sabemos y sabíamos ya en aquella época, es que él no podía portar semejante mina. Y cuando digo esto entiéndaseme bien: no era por lo exageradamente linda o por un culo único o unas tetas infartantes, no. Era única porque metía miedo. Nadie le conocía una historia, pero ella empuñaba las pupilas, te miraba… y te las imaginabas todas. ¡Si habrán gastado horas de fernet hablando de esas historias!

Pero él no pensaba en nada. Sólo trataba de apaciguar ese zumbido que le impedía escuchar las conversaciones cuando sintió que le aplaudían los oídos con dos pelotas de goma. Dicen que así se siente la onda expansiva de una explosión. Todo silencio; los amigos que dejaban de gesticular y giraban la cabeza. Todos para el lado de la ventana. Todo en slow motion. Y ella cruzando Pellegrini en diagonal.
Con esa pollera de jean que no era tan corta.
Con esa camisa blanca que no era tan transparente.
Siempre una pisada delante de la otra.
Iba hacia el bar como el Titanic hacia el iceberg de tipos que la miraban como sólo puede mirar un tipo cuando se le viene un barco encima.

El bar del que les hablo es de esos con mesas de nerolite gris, repisas oscuras con bebidas que hace rato ya no se fabrican. Esos bares que no pretenden ser otra cosa que lo que son. De enormes ventanales que se abren como las viejas ventanillas del tren, de abajo hacia arriba, y que dan a la vereda. En el marco de esa ventana se apoyó. Las palmas abiertas, las piernas abiertas, los ojos también, la boca también, el escote también.

-Hola-
-Hola- respondió el coro como cuando la pelota se va rozando el travesaño.

Y fue ahí cuando pasó. Es como si lo estuviese viendo ahora. Dejando una mano apoyada en el marco de la ventana, usó la otra para tomarlo de la nuca, con los dedos abiertos metiéndosele en el pelo, las uñas rojo sangre y le estampó un beso, rojo sangre, en el medio de la boca. Porque esos besos no se dan, se estampan. Fue muy curioso, porque mientras lo hacía ella miraba de reojo a los muchachos, y él también.

-¿Todo bien?- preguntó al grupo sin soltarle la nuca.
-…pssi…-
- Bueno, chau- dijo mientras le desbarataba los pelos con un gesto lleno de gracia y se perdía en dirección a Primero de Mayo.

-¡Hijo de mil putas!- largó el primero.
-¡No dijiste nada!- increpó el segundo.
-¡Largá todo ya!- amenazó el tercero.
El cuarto lo miraba despavorido.

Y él sólo quería no estar ahí. Justo cuando podía reunir a un auditorio desesperado por escucharlo, él no quería estar ahí. Yo creo que era porque se imaginaba más un espectáculo circense que un gran orador. Pero no había salida posible.

-¿Qué les voy a contar?-
-¿Te la cogiste?-
-¡No, boludo, si esto pasó ayer!-
-¿Qué?-
-Le di un beso, en la calle, nada más-
-¿Le diste un beso y no te la cogiste?-
-¡No sean pelotudos, che!-

Después ya no se entendió más nada porque hablaban todos al mismo tiempo. Se reían, lo aplaudían, le pegaban… por una vez era el centro de la escena, pero no estaba muy seguro de estar contento.
Pasó una semana pero pareció muchísimo más. A veces estaban solos, en la esquina de siempre, y si pasaba uno de los chicos se me hacía que ella se le apretaba más. Había uno en particular, el de pelo largo. Cada vez que pasaba, el cuerpo de ella se tensaba y lo agarraba más descaradamente. Aquella tarde él estaba de espaldas a la pared, con ella entre sus piernas y sujetándola por la cintura. El de pelo largo pasó muy despacito con el auto pegado al cordón, el brazo afuera, la mano también, el pucho también… justo cuando ella tomó sus manos y se las afirmó en el culo. Todo el pelo negro giró como la pollera de una gitana para mirarlo, los ojos casi amarillos de tan verdes; pero el peludo había acelerado a fondo y desaparecía por la esquina de nueve de julio.

Pudo haberse cambiado de silla, lo sabía. Pero de verdad le gustaba la del ventanal. Mirar hacia Pellegrini ya era un gesto diagonal.

-¡Pero mirá qué pedazo de orto!- gritaba uno de los muchachos frente al televisor del bar donde pasaban la repetición repetida de los repetidos programas de Tinelli.

Él remaba despacito, en círculos por la bocacalle.

Como buscando sobrevivientes del naufragio.

Pini Raffaele
(Tema: "Solo" por Fandermole) http://www.youtube.com/watch?v=e-zXRo7c4jY

jueves, julio 22

Registro 4

"De cuando un día cualquiera deja de serlo..."
Por: Sol Guerrero

Perdida

Eran las 5 de la tarde, minutos más, menos. Llegaba a mi casa. Relevo a Pini del cuidado de Vera y él a mí como proveedor del hogar. Antes de irse me pasa el parte de situación. Hora que comió, cuánto durmió y alguna que otra novedad. Nos abrazamos los tres sangucheando a Vera y se va. ¿Tierna imagen, no?

Un día del amigo intenso, abrazos y frases que le otorgan extrañeza a una jornada que, como suelo decir, deja de ser cualquiera. Aunque es previsible que si uno no está solísimo, abandonado, desposeído, parapetado, y así…, border, border, eso suceda.

Lo demás se parecía bastante a las 5 y pico de ayer. Limpiar los platos, hacer las camas, darles de comer a mis perris, lavar ropa; después de un día de lluvia limpiar las huellas perfectas que dejan las patitas de Azúcar y Olivia. Por supuesto, entre otras cosas, levantar, acostar, hamacar, cambiar, mamadera, juguete, televisión y algo de acro-sport en la cama (ahhh, yo fui gimnasta, ¿no les conté? Otro día…) para gastar energías de Vera.

No es que Pini no haga nada es que todo eso se hace por tercera o cuarta vez en el día. Ni falta que hace decirles. Y por fin puse la pava en la hornalla. Vera duerme y yo con dos posibles tareas, trabajar en algo pendiente de la facultad o ir espiando el facebook porque el tránsito de mensajes estaba, por suerte, en actividad permanente. Bueno, las dos cosas. Sí! yo puedo hacer dos al mismo tiempo, qué tanto…!

Casi que llego a la hora cumplida con la misma tarea hasta que escucho a alguien gritando en la puerta, en la vereda digamos, para ser más precisa. Bajo la música para escuchar si era en mi casa. La calle donde vivimos es muy transitada de gente y de autos así que de todas las posibilidades existentes la última era que fuera en mi territorio. Ahora, sucede que en lo que hace a la vez de reja y jaula de nuestras mascotas no tenemos timbre, entonces siempre me persigo creyendo que pueden estar llamándome a gritos. Claro, en general la gente aplaude. Pero no. Subo la música y sigo con lo mío.

Otra vez el grito, bajo el volumen, nada, subo el volumen. Voy a ver a Vera, por ahí ya aprendió a gritarme, pienso. No. Angelito, angelito. Sigo con trabajo y mensajes. Otra vez, la tercera es la vencida o, en su defecto, si alguien dependía de mí para salvarse ya era tarde. Miro por la ventana y sí, una señora entrada, sumergida diría, en años, estaba en mi puerta.

Salgo, poca luz para ser la tarde y mucha para ser de noche. Me acerco.

Yo- Hola Señora, sí, qué necesita
Sra- Entrar a mi casa
Yo- Ajá… No entiendo.
Sra- No encuentro el timbre.
Yo- No, no hay timbre pero qué necesita
Sra- Entrar a mi casa dije.
Yo- No señora, me parece que está confundida, yo vivo acá.
Sra- Nooo, yo soy la hija de mi hija y vivo acá con mi marido, 70 años con mi marido. ¿Vos quién sos? ¿Está mi hija?
Yo- A ver señora, tranquilícese, mire… Yo alquilo esta casa. Usted está confundida.
Sra- Pero yo no la vendí. Vivo acá.
(Ahí me percaté que la señora era la dueña de la casa que yo alquilé hace un año. En verdad yo hice todo el trámite con la hija y ella es la madre de la hija, por eso no la reconocí)
Yo- No claro, usted no la vendió. Esta es su casa, es cierto, pero yo se la alquilé…
Sra- Claro, es mi casa…
Yo- Sí pero no, porque ahora yo vivo acá ¿entiende? ¿Por qué no pasa así llamamos a su hija para que la venga a buscar? ¿Quiere?
Sra- No… (se larga en llanto) me confundí… pero 70 años estuve con mi marido y se murió el 26 de agosto, hace un mes, y por qué vine acá si yo vivo en Castelli… ay Dios!
Yo- uh, siento mucho lo de su marido. No, Castelli es acá señora. ¿No quiere pasar así llamamos a su hija? Dele, pase…
Sra- Sí, paso y me quedo en mi casa
Yo- Eso no va a poder ser pero pase… así habla con su hija, dele…
Sra- Sí… 70 años con mi marido…
Yo- Venga vamos, quédese acá, deme un minuto que saco a las perras.

Las perras, cómo hago… malabares para sacarlas y de paso miro a Vera que estaba con los ojos prendidísimos. La señora muy angustiada entra, la siento en el sillón, trato de bajarle la angustia. Ella va y vuelve, del pasado al presente, de la felicidad a la más profunda tristeza y sí, de la risa al llanto.

Las perras queriendo entrar, Vera llorando ante mi ausencia (digo yo… no sé) Decido llamar a la hija desde mi celular para no cambiar de ambiente… ¿Y el número de teléfono? Rescato a Vera, me la llevo a upa. Me agacho para quedar a su altura, de la señora, trato de inspirarla y le pregunto…

Yo- ¿Usted se acuerda por esas cosas de la vid… cómo es el número de teléfono de su hija? Piense tranquila (No podía ser posible, pero sí!)
Sra- Sí claro… 4294 49 mm mm. Qué lindo tu nene.
Yo- Epa! Perfecto. Es una nena…, a ver… 429… (Suena el teléfono de mi casa) quédese acá que atiendo y vuelvo. No se mueva, ya vengo.
Sra- sí querida.
Yo- Hola (tal vez la hija se haya dado cuenta, pensé) hola…, hola. (Nadie) Mi celular ocupado y mi teléfono de línea mudo. Corto el de línea y vuelvo a marcar el de la hija de la señora desde el celular. Vuelve a sonar el de línea… Vera a upa.

Yo- ya vengo eh, espéreme
Sra- Sí querida. Qué lindo tu nene!

Yo- Es nena. Hola…, holaaa, holaaa! (El de línea mudo, el celular ocupado. Miro la pantalla… qué boluda, qué boluda, me está dando el número de mi casa)

Yo- A ver señora ¿se acuerda como es el de su hija, donde usted vive? El que me dio es el de esta casa.
Sra- Pero sí, si yo vivo acá…
Yo- No. A ver, el teléfono de su hija, piense, piense
Sra- Sí 4293 85 mm mm
Yo- Ahí está.

Marco, suena, atienden. Hablo con la hija de la madre. Angustiadísima, la estaba buscando. Todo listo. Seguimos con la señora, me relata su vida en pocos minutos. Me repitió cientos de veces todo lo que amaba a su difunto marido y yo recordaba, cada vez, que Haydée, mi vecina, chusma de categoría siempre me contó cuánto le pegaba el marido a esta señora y ella viniendo en su ayuda… “70 años con él”, me decía, la suma no me daba pero hacer cuentas con ella no, de ninguna manera…

Sra- Estas cortinas son mías… qué lindo tu bebe!
Yo- Siii, muy lindo ¿no? (Si me preguntaba el nombre le iba a decir Juan ya lo tenía pensado) Claro! Usted las dejó las cortinas… ¿se las quiere llevar?
Sra- No querida. No me trate como una nena, ya sé que me desorienté pero eso me pasa por salir. Hoy decidí ir a ver a mi amiga porque es el día de la familia. (…) y eso que tomé la pastilla. Tres veces la tomé…
Yo- ¿Tres veces? Ahh, pero debe ser por eso…
Sra- Sí… porque 2 veces me olvidé que las había tomado (claro, debí suponerlo)
Yo- Mire. Ahí viene su hija.

Y se fue. Entré a mi casa. Busqué a Vera, la acosté sobre la cama, la miré… tenía hipo. Acompañé el sonido “hip” “hip” y sólo con eso se echó a reír como nunca. Por suerte me dio el cuerpo entero para registrar que estaba oyendo su primera carcajada. Obviamente repetí el juego, claro, “hip” “hip”, ¿para qué? me miró, media sonrisa y explotó en llanto. ¿Eh? Nahhhh, no puede ser, esta pibita se dio cuenta de todo…, me está cargando…! La levanto, la tranquilizo. Me tiro en la cama, ella duerme y yo respiro…

Finalmente, pienso, sigue siendo un día cualquiera. Lo cierto es que pasé de la demencia senil a la demencia precoz en no más de 70 minutos. No puedo ni imaginar lo que ocurre en 70 años!


Por: Sol Guerrero

lunes, julio 19

Qué lo parió!

Por: Pini Raffaele

En Rosario uno puede ser albañil, abogado, médico, chorro (choro se dice en rosarino), prostituta, maestro, gay… pero, o sos canaya o sos leproso. No reconocer alguna de estas pertenencias equivaldría a ser una especie de suizo, o monegasco. Hay por supuesto quienes no se interesan demasiado por el fútbol, pero de alguno de los dos son. Si alguien dice mientras camina por la peatonal “soy de Boca” inmediatamente se le pregunta en qué barrio de Buenos Aires vive. Porque rosarino no es.

Más allá de los energúmenos que van a matarse a palos en cada clásico, canayas y leprosos conviven pacíficamente en la ciudad, sabiendo que no son iguales. Cuando una figura popular manifiesta su simpatía por alguna de las parcialidades, inmediatamente pierde el favor de la otra. Con una sola gran excepción: el Negro Fontanarrosa. Me arriesgo a decir que a todos los argentinos se nos estrujó el corazón el 19 de julio del 2007 cuando circuló la noticia de su muerte, pero sólo un rosarino pudo entender lo que significaba ese pibito con la camiseta de Newel´s y el gorrito entre las manos viendo pasar el cortejo fúnebre. Para el Negro eso debe haber resultado más valioso que el Cervantes de literatura.

Es difícil hablar de él después que lo han hecho Serrat y Sabina. ¿Cómo describir mejor el sentimiento después de ese Mendieta mirando al cielo que publicó Daniel Paz en la portada de Página 12?

Siempre se ha dicho (y mucho más después de su muerte) que no tuvo el reconocimiento académico que se merecía. Pero yo creo que era porque él mismo lo esquivaba. Se manifestaba de una manera tan políticamente incorrecta que boicoteaba toda posibilidad de inscribirlo en el canon. Cuando la mayor institución de la lengua española lo invita y lo sienta al lado del Rey para inaugurar su evento más importante, el tipo se pone a filosofar sobre la importancia de la letra R en la pronunciación de la palabra “mierda”. Está clarísimo! No quería que los muchachos de Arroyito lo vieran juntándose con los del Jockey Club.

Declaró ser un precursor de la deserción escolar y cuando la Universidad de Córdoba le otorgó un Doctorado Honoris Causa dijo “-Esto demuestra lo mal que anda la educación en Argentina”. Y fue con esa actitud con la que nos robó el corazón a todos. Representando nuestras grandezas y miserias dichas por Inodoro Pereyra y meditadas por el entrañable Mendieta. Hasta logró que sintiéramos pena por la soledad irremediable del cruel Boogie y en el final nos regaló esa maravilla que fueron sus cuentos interpretados por nuestros mejores artistas.

Hay una propuesta circulando por Internet para cambiar el anodino 20 de julio por el 19 para festejar el día del amigo. Un Leproso hasta los huesos como el que escribe estas líneas vota a favor de festejar ese día en honor a ese gran amigo Canaya.

Nota: En Rosario nadie llamaría canalla a un Canaya.


Por: Pini Raffaele



domingo, julio 18

Registro 3

"De cuando un día cualquiera deja de serlo..."
Por: Sol Guerrero

Suerte

El sábado fue un día de cambios, no internos sino decorativos. Hace quince días Vera cumplió 6 meses y consideramos con Pini que era momento de que tuviera su habitación y nosotros la nuestra.

Tal decisión supuso otra decisión. Desalojar de la pieza en cuestión a mis dos perras. Ellas tenían allí su cama de dos plazas (sí!, ya sé, ya sé… ni me lo digan). La habitación contigua era la nuestra. Era un día de cambios, sí, interno, de nuestra casa digo…

Acepté el duelo. No obstante imaginé alternativas posibles que hiciera menos traumático el traslado, el de Azúcar y Olivia, claro.

A media mañana me arreglé y fui al centro de Adrogué en búsqueda de goma espuma. La idea era armar dos colchones forrados para que durmieran en el living lo más cómodas posible.

La travesía de conseguir goma espuma no es un tema menos importante. No sólo porque no fue fácil conseguirlo, (y ahora no me digan todos que saben dónde se vende) sino porque cuando logré dar con un local la cuestión pasó a ser cómo trasladarlo al auto que estaba estacionado a diez cuadras. Quienes conocen Adrogué saben que no hay situación más compleja que encontrar un lugar en el centro un sábado soleado. La cultura del cafecito y leer el diario es un ritual casi fundamentalista y todos, todos, aunque vivan a tres cuadras, como yo, van en auto. O sea, vamos.

Recordé que era necesario que sacara plata de un cajero. Fin de semana largo. Ya saben, colas interminables en los cajeros de la calle Esteban Adrogué. Estaba con tiempo, así que a hacer la fila nomás y que la suerte esté de mi lado. Que no me toque más de un principiante de la maquinita y trate de aprender in situ, hoy sábado soleado, día de cambios.

Allí me dispuse mientras por supuesto le mandaba mensajes de texto a Pini contándole la situación sólo para evitar el aburrimiento aunque difícilmente a mí me suceda semejante cosa. Siempre, pero siempre, encuentro una idea, un personaje, una fantasía, un proyecto, de donde sostenerme para evitar el tedio.

Sucede que las cosas a mí no me ocurren, más bien me buscan. ¿Qué pasó? Pasó que me ubiqué en la fila, detrás de mí una señora de unos 50 años creo, o más joven tal vez pero muy avejentada, que es lo más probable. Dos hijas, una de 8 y otra de 12, cálculos a ojo. Mientras avanzaba la fila lentamente ya había empezado a escuchar, de esta mujer, cierto modo irritante de dirigirse a su hija más pequeña.

Pasados unos minutos parece ser que la niña más grande en un movimiento “torpe” con su brazo izquierdo roza a su madre y engancha con un anillito, supongo, el sweter, cosa que produce cierto estiramiento de la lana que queda desentramada del orden original que el tejido dibuja cuando se vuelve sweter.

Lo que sigue es el diálogo al que asistí.

Madre- ¿Qué hacés nena?
Niña- (…)
Madre- ¿sos idiota Josefina?
Niña- (…) Con la mirada rebotando en el piso.
Madre- Mirá que sos tarada, ¿por qué no te hacés eso en tu pullover? Sos imbécil eh…! Contestame
Niña- (………)
Madre- Como te daría vuelta la cara de un sopapo pelotuda!
Niña- (…) se acerca un poco a su madre
Madre- Salí imbécil, la puta que te parió Josefina, mirá el pullover. Ay cómo te cagaría a palos!
Niña- (….) Su hermanita se acerca y apoya su cabeza en el brazo de la niña.
Madre- Una más estúpida que la otra…

¿Cómo explicarles? La furia que sentí no se alejaba en nada a la que debe sentir alguien que odia sin medida y es capaz de matar en una pelea mano a mano con el odiado.

Como una instantánea surgió de mi memoria el recuerdo de una tarde en el zoológico, siendo yo muy pequeña, cuando mi padre se trenzó en lucha, así dicen los medios, con un señor que le había pegado a su bebé de no más de 1 año por haberse caído en la tierra y haber ensuciado su vestidito blanco. O sea, se agarró a piñas con el padre de la chiquita porque no pudo soportar que la agrediera físicamente. Nunca voy a olvidar esa imagen.

Pensé infinidad de cosas, insultar a la señora, denunciarla ante alguien, ¿ante quién? ¿Con qué motivo? ¿Maltrato psicológico? ¿Maltrato infantil? ¿Cómo lo pruebo? ¿Por un diálogo de 5 minutos en la calle?

Delante de mí quedaba sólo un chico por entrar al cajero. Giré mi cabeza, miré a la señora con la mirada más desagradable que pude lograr y ella, por supuesto, sin el mínimo registro seguía intentando acomodar ese sweter detestable.

”Madre de mierda”, pensé. Por cierto la miseria humana no excluye a las madres. ¿Qué me sorprendía? ¿Qué se valora tanto de las familias heterosexuales? ¿Qué se les endilga a las madres como condición natural? Si no hay nada más que eso a priori, la posibilidad biológica de tener hijos. De ahí en más sólo una mujer y su circunstancia. La maternidad, tal como la concebimos en occidente al menos, es una situación que finalmente cualquiera puede cumplir si hay deseos de conformarse como responsable afectivo de un ser. Nada nuevo bajo el sol a esta altura.

Sigo: El chico que estaba delante de mí salió del cajero anunciándome que no había más plata. Lo miré unos segundos, “mala suerte” me dijo. Claro, mala suerte pensé; los padres también pueden ser producto de la mala suerte de un hijo. Ahora, uno puede doblarle la apuesta a la desgracia para intentar, al menos, que no reine sólo el azar ¿no?

Bueno. Retiré mi espalda del vidrio, giré como para salir de la fila, perfilé mi cuerpo, me acerqué a la niña, la tomé por detrás, de la cintura, casi que la abracé y le dije al oído con un tono lo suficientemente discreto pero alto. “Buscate otra madre mi amor, no son todas así, no dejes que te maltrate”. La señora observó pero a pesar de mi cuidado escuchó y con un tono más que desagradable e imperativo me dijo:

Madre -¿Qué? ¿Qué te pasa nena?
Yo- Me pasa que sos una reverenda hija de puta… eso me pasa.

Empecé a caminar con mi mirada rebotando en el aire y temblando, como esa niña tal vez, pero complacida de mí, a diferencia de ella.

Pensaba, minutos después, cuánto pudo haber afectado a Josefina mi comentario y cuánto camino recorrerá en su cabecita hasta que algún día cobre sentido. “¿Será?”

“Ojalá”, me dijo Pini, al tiempo que le besaba la nariz a Vera mientras su mirada se incrustaba en el cielo. Es una cuestión de suerte insistí y Vera la tuvo con nosotros, como intención al menos..., lo demás, como todo amor, es un trabajo que
se inicia cada mañana bien temprano.

Por: Sol Guerrero

domingo, julio 4

Sigfrido

Por: Pini Raffaele

Cuando Sabina, en agosto de 1904, entró al hospital Burgölzli, en Zurich, llevaba dos equipajes. Uno era una simple maleta de cartón con unas pocas prendas de vestir y el otro, la historia de un padre violento y manipulador. Su estado no podía ser más desesperante; había llegado a contener sus heces más de dos semanas y se masturbaba compulsivamente después de cada golpiza que le daba su padre a ella o a sus hermanos.

Spielrein, era el apellido de Sabina.

Spielrein, que en alemán significa “juego limpio”, sería una de las tantas paradojas de esta historia.

Un joven Carl Gustav Jung fue quien recibió a la paciente e inmediatamente percibió una inteligencia perturbadora en la muchacha. Sabina tenía entonces diecinueve años y una pasión arrolladora por la música. El mismo Jung, que la instó a estudiar medicina, declaró años más tarde que si hubiese optado por el arte, en lugar de la ciencia, seguramente habría terminado desquiciada. Pero Sabina se había enamorado perdidamente de Jung y hubiese hecho cualquier cosa para complacerlo. Tanto que se convirtió en una de las psiquiatras más brillantes de la época e iba a influir definitivamente los trabajos sobre instinto de muerte de Sigmund Freud.

La historia hubiese sido apenas un exitoso tratamiento psicoanalítico si Jung no hubiese terminado enamorándose tan profundamente como ella. Lo lamentable era que Carl no estaba dispuesto a poner nada en juego por aquel amor y Sabina parecía signada por la eternidad.

Cuando Jung se vio desbordado por la situación, y nadie mejor que él podría notarlo, decidió supervisar el caso con Freud, quien ya era considerado una eminencia y había leído algunos de los primeros escritos del joven. Dicen que el vienés fue atraído por la propuesta porque su trabajo seguía circunscripto al ámbito judío y ésta era la oportunidad de expandirlo al influyente mundo ario al que pertenecía Jung.

Sabina, enterada de esto y sabiendo que Carl había omitido mencionar la relación amorosa, se comunicó directamente con Freud y éste la invitó a participar de sus famosas reuniones psicoanalíticas de los miércoles.

Spielrein… pero nadie jugaba limpio.

El romance se hizo público y estalló el escándalo. A Jung no le alcanzó la elegancia y dijo que se trataba del delirio de una paciente a la que le había salvado la vida.

Sabina se casó y volvió a su Rusia natal, pero no tuvo el hijo que soñaba con Carl al que iba a llamar Sigfrido, casi un apócope de Sigmund Freud. En cambio tuvo dos hijas: Eva (como la mujer primera) y Renata (renacida).

Junto a ellas fue fusilada en 1942 por las tropas nazis, en su delirante carrera hacia Moscú.


Pini Raffaele

Varios Autores

Subrayados por mí


"El alma es en cierto modo todo lo que es: el alma es la forma de las formas. Tranquilidad súbita, vasta, incandescente: forma de las formas".

James Joyce (Ulises)

"... la historia es una pesadilla de la que trato de despertar"

James Joyce (Ulises)

"Voy saliendo adelante bastante bien en la aoscuridad..."

James Joyce (Ulises)

"Un hombre de genio no comete errores. Sus errores son voluntarios y son los pórticos del descubrimiento..."

James Joyce (Ulises)

"Entre las rocas no puede uno ni pararse ni pensar..."

T.S. Eliot (Tierra baldía)

"Vé, vé, vé, dijo el pájaro: el género humano no puede soportar mucha realidad"

T.S. Eliot (Tierra baldía)

"Ajo y zafiros en el barro..."

T.S. Eliot (Tierra baldía)

Tuvimos la experiencia pero perdimos el significado... Y acercarse al significado restaura la experiencia..."

T.S. Eliot (Tierra baldía)

"...y nunca temblamos más que por nosotros mismos o por los seres amados. Cuando nuestra felicidad no está en sus manos, nos sentimos a su lado muy a gusto, tranquilos y sin miedo..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...era de esas personas, tan numerosas, que tiene el espíritu tardo y carecen de la facultad de la invención..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...místicas y ridículas a la vez, que suelen denominase románticas..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...la necesidad insensata y dolorosa de poseer a esa persona..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"Lo mismo que un hombre inteligente no tiene miedo de parecer tonto ante otro hombre inteligente..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...no, nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...porque ya se sabe que cada cual llama ideas claras a las que se hallan en el mismo grado de confusión que las suyas..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"... así puede haber vicios por hipersensibilidad, como los hay por falta de sensibilidad"

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...ese es el amuleto que preserva a los individuos -y a veces a los pueblos-, no del peligro, sino del miedo al peligro.."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"Cuando uno es desgraciado se vuelve muy moral..."

Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)

"...cualquier sentimiento constituye una aventura..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"... no debemos avergonzarnos de nuestros sentimientos aunque los malgastemos en alguien que no es digno de ellos..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"...yo también he aprendido que es necesario utilizar las palabras con la mayor precisión posible para que adquieran valor..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"...ya no hay nada que me guste más que contemplar la fiesta irracional y caótica del mundo desde detrás de una máscara, en un rincón apartado"

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"...te ama, y eso es tan maravilloso como si la luz del alba amara el temporal de la noche..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"Te amo, y por lo tanto exijo que seas valiente..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"Siempre me ha parecido un exceso de ingenuidad pensar que nadie -porque nos ama, esto es, porque a solas ha determinado amarnos transitoriamente y luego nos lo ha anunciado- va a comportarse con nosotros de manera distinta como lo vemos comportarse con los demás..."

Javier Marías (Todas las almas)

"...la figura paterna y ni siquiera materna que siempre debe haber para todos en todo tiempo y en todo lugar, cualesquiera que sean nuestra edad y nuestro grado de valimiento..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"Lo grave de que la muerte se acerque no es la propia muerte con lo que traiga o no traiga, sino que ya no se podrá fantasear con lo que ha de venir..."

Sándor Márai (La amante de bolzano)

"El amor no se acaba: mientras dura es eterno. Somos nosotros, unos idiotas, los que nos acabamos"

Antonio Gala ("El águila bicéfala" pero creo que esta frase es de Cernuda...)

"En el amor yo sé que no hay iguales: sólo esclavos y amos. Porque, aunque sean iguales los amantes, ninguno se lo cree"

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Para eso es para lo que sirve el corazón de los amantes: para ser el testimonio verdadero de este mundo, que no es verdad sino cuando el amor lo toca"

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Lo que sí veo claro es que el amor más verdadero -verdadero son todos, o ninguno, y espejismos son todos, o ninguno- jamás consistirá en un foso que aísle; jamás será la reducción del universo al incompatible tamaño de unos ojos. Sería como usar unos prismáticos por el extremo inadecuado. El amor no empequeñece, amplía..."

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Por supuesto, no me negaría a abordar con alguien un ilusionado proyecto común. Pero común de veras, en el que entraran todos, del que ninguno se escabullece..."

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Y seguiré subiendo mientras pueda, mientres quede escalera, haya o no descansillos"

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"El amante suele dejar de amar, pero no deja de amar nunca el momento en que amó: ese momento que no existe.."

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Todo lo que vale la pena es una hoguera..."

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Una casa, en el fondo, es el lugar donde uno es esperado"

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"... el amor es eterno por poquito que dure, y consiste, desde el presente común, en proyectar el futuro común, por poquito que dure este también.."

Antonio Gala (El águila bicéfala)

"Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido..."

(Jean Paul Sartre)

“En todas partes ando al acecho de una vida que valga la pena ser vivida...”

(Lawrence Durrell)

‎"...domingos que, como en todas partes, hay que atravesar de puntillas sin llamar su atención ni hacerles el menor caso..."

Javier Marías en "Todas las almas"

"El hombre atribuye sus infortunios a maquinaciones y conspiraciones de grandes malvados. Entiendo que subestima la estupidez"

Adolfo Bioy Casares

"El verdadero lugar de nacimiento es aquel en el que, por pimera vez, uno lanza una mirada inteligente sobre sí mismo..."

José Saramago

‎"He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola..."

J. L. Borges

‎"Hay que tener cuidado, mucho cuidado: el mundo está muy débil, hoy..."

Pedro Salinas

Qué universo que no sea por demás misterioso y propio puede definir cómo decide uno vincularse con ellos?
Mis amigos, los que van viniendo conmigo hace tiempo y los que voy eligiendo al andar no deben cumplir ni una sola condición. Sólo dos premisas deben conjugarse: Confianza a la vista y cierta mirada del mundo.
Lo demás lo hace el tiempo, el deseo de serlo y las circunstancias.

Sol Guerrero (en el facebook je! perodón eh!)

Mis días se angostan si sus comisuras no se ensanchan.

Sol Guerrero

De todas las cosas que hago hay dos que detesto,
las tareas domésticas,
hablar por teléfono.

Y dos que me satisfacen sin que ello suponga alegría,
vacunar a mi hija,
resolver problemas ajenos.

De todo lo demás aspiro, sin excepción, al regocijo.

Sol Guerrero

Oscuras razones me dicen que con vivir no basta. Sospecho que la lucidez se encarna siendo...

Sol Guerrero

Solo

De Jorge Fandermole

Solo
como al aclarar está el lucero,
como el ojo pálido del cielo
va girando en la órbita lunar.

Solo
como el primer hombre de la tierra,
como el último lobo de Inglaterra,
como el viejo más viejo del lugar.

Solo
como uno va hilando sus ensueños,
como el monstruo que sobrevivió un milenio
y se esconde en una gruta bajo el mar.

Solo
como el que tiene la virtud del mago,
como el que conduce un pueblo hacia el estrago
mientras imagina la felicidad.

Solo
como el esclavo solo bajo el yugo,
como la conciencia del verdugo
o el único beso del traidor.

Solo
como un grandioso golpe de la suerte,
como cada uno frente a su propia muerte,
solo como un ángel exterminador.

Solo
como un dios que niegan sus criaturas,
como el que dio color a su locura
y pintó los cuervos y el trigal.

Solo
como está en su mundo cada muerto,
como la voz que calla en el desierto,
como el que dijo siempre la verdad.

Solo
como el que logra ver todo muy claro,
solo como la atenta luz de un faro
o el último minuto del alcohol.

Solo
como este mismo instante que se pierde,
como el único que ha visto el rayo verde
cuando se cayó el último sol.

Solo
como el que desentraña algún presagio,
como el único vivo del naufragio,
como todo el que pierde la razón.

Solo
como el que se extravió sin darse cuenta,
como un ave ciega en la tormenta,
así estoy en le mundo sin tu amor.

Solo
como si fuese un animal eterno
clavado en la puerta del infierno,
así estoy en el mundo sin tu amor.

Jorge Fandermole
(tema) http://www.youtube.com/watch?v=e-zXRo7c4jY

viernes, julio 2

En preparación

Aquí se publicarán rutas o enlaces, páginas web, revistas digitales, blogs, o lo que venga... que sea interesante ser visitado.

Están invitados a enviar sus propias paradas...

Sol.

En preparación

Aquí figurarán títulos, autores, textos (novelas, cuentos, ensayos, poesía etc.) clásicos o no, de escritores famosos y no tanto que sean recomendables para ser leídos...

Están invitados a mandar los títulos o autores predilectos para lograr una larga lista de sugeridos.

Sol.

Registro 2

"De cuando un día cualquiera deja de serlo..."
Por: Sol Guerrero

Mundial

Sábado muy temprano. Doy clases en un profesorado. Me toca hablar del saber como construcción social. De cómo la representación de la realidad es histórica y construye imaginarios sociales. El magma de significaciones diría Castioriadis.

Quince alumnos, no más, de entre 18 a 25 años, estudiantes de un Profesorado de Historia y Matemática de Adrogué, no es detalle menor. La charla va, viene, los conceptos rebotan, se reflexionan, se entienden, se preguntan y se responden, y por añadidura, surge la discusión de cómo intervienen los medios de comunicación en esa traducción del contexto.

A esta altura de mi ejercicio de la docencia, pero mucho más de mis años, no hago esfuerzos por lograr la tan mentada objetividad, finalmente hipócrita. Las ideas inevitablemente se deslizan como el agua en el discurso e incluso en los gestos. Ahí fui, intentando mostrarles cómo funcionan los medios de comunicación en la construcción de la realidad, cómo pueden definir ese magma de significaciones

Pues bien, para mi sorpresa, -todos- todos esos jóvenes tenían absoluta claridad de los intereses que representan los multimedios, de la activa participación que muchos de ellos tuvieron en la dictadura, de cómo tergiversan la información para manipular la perspectiva de la realidad que a veces son muchas pero otras es una, con todos los matices que las subjetividades quieran endilgarles. Un alumno expresó: “Sería mucho más sensato que dijeran: Nosotros estamos en contra de la Asignación Universal por Hijo porque tenemos una visión neoliberal de la política ergo consideramos que el Estado no debe hacerse cargo de los problemas sociales”. Listo.

Más satisfecha no podía estar… tantos meses, años, de venir remando contra la supuesta mayoría, que estar en un ámbito de no más de 10 x 5 de superficie siendo 16 personas y todas de acuerdo es mucho, ¿habrá sido un malentendido? No lo creo. Más bien pareciera que la historia cuando se la mira sirve para entender…

Salí del Instituto pipona. Un poco de Led Zeppelin en el auto y de allí hacia mi casa. Ansiosa por volver pero también con ganas imprevistas de hacerme y hacerles a los míos un regalito. Allí fui, al centro comercial de Adrogué. Hermoso día de sol, frío pero disfrutable. Compré ropita para Vera, eso me llevó bastante tiempo, conseguir algo que no sea rosa es toda una travesía; y fui a ver algo para mí al negocio de siempre para no dar muchas vueltas.

Las chicas del local ya saben que entro, me recorro todos los percheros y después decido. No me gusta que me sugieran lo que ellas creen yo querría ponerme. No. Yo solita puedo y si tengo una duda pregunto.
Voy mirando y mientras avanzo escucho la siguiente conversación.

Chica 1 - Ayer me regalaron una corneta, de las cortitas…

Chica 2 - Ah, una vuvuzela…

Chica 1 - Sí!

Chica 2 -Qué bueno que a Argentina le vaya bien, yo creo que va a salir campeón…

Chica 1 -Claro, que va a salir campeón es seguro ¿No sabías que está todo arreglado?

Chica 2 -¿Cómo que está todo arreglado?

Chica 1 - Síi, lo escuché en la radio (…) Parece que entre Cristina Kirchner, Maradona, Grondona y… ¿Viste que viajó la de Carlotto? Bueno, entre ellos y los organizadores del mundial arreglaron para que Argentina salga campeón

Chica 2 - Nooooo

Chica 1 - Sí! Es para lograr la reelección de la Kirchner

Chica 2 - mmm, no sé, pero bueno, lo importante es que salga campeón

Chica 1 - Y sí! Pero no, no es lo mismo

Chica 2 - Sí… qué importa! Igual no creo que esté arreglado…

No aguanté, quise, pero no aguanté. Me di vuelta, me acerqué al mostrador con una prenda como para preguntar el precio y dije…

Yo -Sí, es cierto lo que dice ella, que está arreglado, ya se sabe que Argentina sale campeón. De hecho en esa reunión también estuvo Obama…

Chica 1 - ¿Viste?

Chica 2 - ¿en serio?

Yo - Sí…, y además ya le prometieron a Maradona que si todo sale como lo planificaron él va a ser candidato a Vicepresidente.

Chica 1 -Nooo, ¿te das cuenta? …este país da para cualquier cosa.

Yo -Exactamente, para cualquier cosa…

Dejé la prenda, saludé con una sonrisa y me retiré. Mientras manejaba de vuelta a casa pensé. Por suerte cuando le cuente a Pini va a entender por qué esta pequeña anécdota se me presenta a mí tan inmensa. Infinidad de veces me encuentro pensando qué sería de mis días si no tuviera siempre a alguien que comprendiera qué cosas del mundo y de la humanidad ponen en alerta mi atención.

Vale aclarar que este relato, como el lysoform, refleja el 99, 9% de veracidad… El 1% de artificio no vale la pena ni mencionarlo porque no cambia la escena. No es mi intención que la ficción supere la realidad. ¿Para qué?



Por: Sol Guerrero